Su
iglesia está bajo la advocación de
San Martín Obispo. Su estilo es
románico pero ya de transición al
gótico cisterciense, siglo XIV. Además tiene añadidos góticos y una
torre de
terrazas barrocas levantadas en 1652. Dentro del templo destacan el
retablo y un interesante sepulcro gótico
Cabeza del alfoz de Juarros, la villa de
Santa Cruz fue desde sus orígenes (siglo X) la fortaleza del mismo, contando con su correspondiente
castillo, donde hoy se levanta la
ermita de San Pedro. La principal riqueza de sus habitantes a lo largo de la
historia ha sido la
ganadería ovina. En los cauces de
agua de la localidad hubo abundantes
lavaderos de lana y hasta siete
molinos. El punto más alto de población lo alcanzó a mediados del siglo XX con 622 habitantes. Hoy están censadas solo 58 personas, aunque el número de residentes aumenta considerablemente en los meses de
verano y en las celebraciones festivas.
Además de la
fiesta de los Juarros, destaca la fiesta en honor a san Martín Obispo. Ambas se celebran en la segunda mitad del mes de agosto. A San Martin está dedicada la impresionante iglesia del
pueblo. Construida en una magnífica
piedra sillar de
color rosáceo, el conjunto es de estilo románico en transición al gótico cisterciense (siglo XIV). Cuenta con una esbelta torre cuadrada del año 1662 y con doble
ábside: uno poligonal gótico con
ventanal rasgado y otro rectangular con contrafuertes. La
portada es
gótica florida con
arco rebajado. El interior presenta una gran nave de estilo gótico y dos
capillas laterales con
columnas,
arcos apuntados y
bóvedas de crucería. El retablo mayor es renacentista, pero retocado en el año 1795. En él ocupa un lugar destacado la figura de San Martín Obispo.