Su
iglesia está dedicada a
San Martín, obispo, de una nave con dos
capillas laterales, con
arcos apuntados y
bóvedas de crucería simple, del siglo XV, conservando restos románicos. Tiene una magnífica sacristía, tipo
capilla,
gótica, con
ábside poligonal, buen
retablo clasicista con relieves,
pila románica de vaso con sogueados, arcos en relieve y base circular, con un ulcro con
estatua yacente, frontis con
Calvario del siglo XVI y
capiteles románicos.
Construida en una magnífica
piedra sillar de
color rosáceo, el conjunto es de estilo
románico en transición al
gótico cisterciense (siglo XIV). Cuenta con una esbelta
torre cuadrada del año 1662 y con doble ábside: uno poligonal gótico con
ventanal rasgado y otro rectangular con contrafuertes. La
portada es gótica florida con
arco rebajado. El interior presenta una gran nave de estilo gótico y dos capillas laterales con
columnas, arcos apuntados y bóvedas de crucería. El retablo mayor es renacentista, pero retocado en el año 1795. En él ocupa un lugar destacado la figura de San Martín Obispo.
El ábside de la iglesia es rectangular con contrafuertes, conservando en el ala norte algunos canes historiados.
La portada es gótica florida con arco rebajado y tres arquivoltas, con decoración de cardiñas y remate de grumos con dos gabletes y óculo cegado y pequeña
espadaña con hueco vacío. La torre es cuadrada de tres cuerpos en disminución. El primer cuerpo es románico, con arquerías cegadas. El segundo, ya gótico, tiene cuatro huecos con dos
campanas y rematado en canes de apariencia románica; y el tercero, más breve, está rematado en pináculos y gárgolas de cañón.
La pila de la iglesia es renacentista con cenefa en relieve y acanalados y pie cuadrado con molduras; y el retablo mayor, bueno, es renacentista con imágenes
y relieves.
Hay un crucificado gótico del siglo XIV y un buen tríptico flamenco, probablemente de Ambrosio Reuson, del siglo XVI.
Hay una
ermita dedicada a San Pedro, fuera, en un alto.
Sus libros parroquiales comienzan el año 1578.
El 6 octubre 1901 nace Bruno
Ávila Velasco, benedictino en Silos y desde
1935 en Buenos Aires. Profesor. Escritor.
Hay noticias de un
monasterio prebenedictino.
Por sus tierras pasaba la calzada
romana de Clunia a Tritium, en el alto de La Brújula.
En sus tierras está situado el monasterio cisterciense de
Santa María de Bujedo, fundado en 1172, de planta de
cruz latina, ábside de tambor, con dos absidiolos. Ha estado abandonado largos años y ahora ha sido restaurado por el Sr. Pérez Escolar. Conserva magníficos elementos románicos y góticos.
Y en su suelo están catalogados un yacimiento arquelógico del Paleolítico, otro
Medieval y dos de época sin determinar; y, además, uno posiblemente
Romano