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La abadía cisterciense de Santa María de Bujedo, SANTA CRUZ DE JUARROS

La abadía de Santa María de Bujedo de Juarros fue fundada durante la segunda mitad del siglo XII. Las leyes desamortizadoras de 1835 supusieron el final del monasterio cisterciense pero en 1981 fue restaurada con fidelidad y los trabajos recibieron el prestigioso premio Europa Nostra.
Como era habitual en los monasterios que seguían la regla de San Bernardo de Claraval, todas las dependencias se disponían alrededor del claustro: iglesia, cementerio, sacristía, sala capitular, dormitorios y refectorio de los monjes, cocinas y dormitorios de los legos y cilla.
La iglesia, levantada con sillares de arenisca rojiza de la comarca, consta de una larga nave con 6 tramos cubiertos con bóvedas de crucería que apean sobre columnas que llegan a media altura y descansan sobre sencillas ménsulas, como es habitual en la arquitectura cisterciense.
La original cabecera —poco habitual en el arte cisterciense castellano— consta de tres capillas, la central de planta semicircular y evidente factura románica, y las de los lados de perfil rectangular. Las tres capillas también se cubren con bóvedas de crucería con aire ojival.
La salLa abadía de Santa María de Bujedo de Juarros fue fundada durante la segunda mitad del siglo XII. Las leyes desamortizadoras de 1835 supusieron el final del monasterio cisterciense pero en 1981 fue restaurada con fidelidad y los trabajos recibieron el prestigioso premio Europa Nostra.
Como era habitual en los monasterios que seguían la regla de San Bernardo de Claraval, todas las dependencias se disponían alrededor del claustro: iglesia, cementerio, sacristía, sala capitular, dormitorios y refectorio de los monjes, cocinas y dormitorios de los legos y cilla.
La iglesia, levantada con sillares de arenisca rojiza de la comarca, consta de una larga nave con 6 tramos cubiertos con bóvedas de crucería que apean sobre columnas que llegan a media altura y descansan sobre sencillas ménsulas, como es habitual en la arquitectura cisterciense.
La original cabecera —poco habitual en el arte cisterciense castellano— consta de tres capillas, la central de planta semicircular y evidente factura románica, y las de los lados de perfil rectangular. Las tres capillas también se cubren con bóvedas de crucería con aire ojival.
La sala capitular, abierta por tres grandes vanos, está cubierta con bóveda de crucería y claves lisas. Los marcados nervios y arcos descansan sobre las correspondientes ménsulas situadas a media altura de los muros y en dos columnas que se alzan en el centro de la estancia.
Cómo llegar
Saliendo de Burgos, por la N-120, con dirección a Logroño. Antes de alcanzar Ibeas de Juarros tomar la desviación a San Millán de Juarros. Desde esta localidad hay que seguir la carretera local que por Cueva de Juarros enfila hacia Tinieblas. a capitular, abierta por tres grandes vanos, está cubierta con bóveda de crucería y claves lisas. Los marcados nervios y arcos descansan sobre las correspondientes ménsulas situadas a media altura de los muros y en dos columnas que se alzan en el centro de la estancia.
Cómo llegar
Saliendo de Burgos, por la N-120, con dirección a Logroño. Antes de alcanzar Ibeas de Juarros tomar la desviación a San Millán de Juarros. Desde esta localidad hay que seguir la carretera local que por Cueva de Juarros enfila hacia Tinieblas.