Bajado el
puerto de la Brújula y pasado
Monasterio de Rodilla, en una
carretera que parte a la derecha buscando tierras de Juarros y Oca, junto al
río Cerratón y en terreno llano encontramos a
SANTA MARÍA DEL INVIERNO, a 16 km de Briviesca y 27 de
Burgos.
Forman corona a su alrededor
Piedrahita de Juarros,
Villaescusa la Solana,
Cerratón de Juarros,
Quintanavides,
Santa Olalla de Bureba y Monasterio de Rodilla.
Ya mediado el siglo XII, en 1146, encontramos su nombre escrito en el cartulario del monasterio de
San Cristóbal de Ibeas, que se guarda en la
catedral, como “Livierna cerca de Monasterio” y poco más tarde, hacia 1200, ya como Santa María del Invierno. Sus pobladores
afirmaron en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1752, que pertenecían únicamente al rey al que pagaban tributos; era, por tanto, lugar de realengo.
Su población ascendía a 86 habitantes en el año 1848, según aparece en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. Aprovechó de modo asombroso la bonanza poblacional de la segunda mitad del siglo XIX hasta llegar a 443 personas en el año 1900. La dura primera mitad del siglo XX influyó de modo negativo en él y presentaba en 1950 un censo de 221 habitantes. Y la cruda realidad de la emigración lo ha dejado reducido a 17 personas en el año 2000