Sorprendente dintel que soporta bien el paso del tiempo y que habla por sí solo, con esa inscripción, en una de las
casas abandonadas de
Santo Domingo de Silos y que se puede observar cuando se camina por el interior del
pueblo de forma sosegada ANTES o DESPUÉS de visitar el magnífico
claustro románico del
Monasterio y así descubrir otras curiosidades del pueblo que muchos visitantes se pierden.