Torre de la
Iglesia del
monasterio, en estilo neoclásico.
En el siglo XIX se deja sentir la necesidad de ampliar las instalaciones, principalmente la cabida de la iglesia. Se encomienda al arquitecto Ventura Rodríguez llevar a cabo las debidas reformas. Se derribó el templo
románico para sustituirlo por otro de planta de
cruz griega barroca, que es el que hoy existe. Del primitivo queda como vestigio el ala sur del transepto y la
Puerta de las
Vírgenes que abre al
claustro. La falta de recursos económicos hizo que el propio claustro no tuviera un mismo final que la iglesia.