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Columnas trenzadas del claustro del Monasterio de su nombre, SANTO DOMINGO DE SILOS

El claustro de silos es una de las obras maestras del románico español. Es de doble planta, siendo la inferior la más antigua y la de mayor mérito. Forma un cuadrilátero de lados ligeramente desiguales, de los que el menor mide 30 m y el mayor 33,12 m. Los lados norte y sur constan de 16 arcos, mientras que los lados este y oeste de sólo 14. Como las parejas de lados opuestos no son de igual dimensión a pesar de tener el mismo número de arcos, las luces de éstos tampoco son idénticas, variando entre 1,00 y 1,15 m. Los arcos son de medio punto y descansan sobre capiteles que, a su vez, lo hacen sobre columnas de doble fuste monolítico de 1,15 m de longitud; sólo los soportes centrales de cada galería están formados por fustes quíntuples, salvo uno de ellos, el del lado norte, que es cuádruple y torsado. Toda la arquería va montada sobre un podio corrido con una abertura para acceder al jardín interior. Hasta seis maestros participaron en su realización, pero solo dos llevaron el mayor peso.
El "Primer Maestro de Silos" trabaja a finales del siglo XI y a él se deben las escenas en los machones correspondientes a la Ascensión, Pentecostés, Entierro/Resurrección, Descendimiento, Discípulos de Emaús y Duda de Santo Tomás. Y en lo referente a los capiteles: los existentes en las crujías este y norte, mas algunos de la de poniente que dejara labrados. A grandes rasgos, es fácil de reconocer sus capiteles, puesto que las columnillas que los sustentan están muy separadas a causa de la disposición muy abierta de las bases de sus cestas.
El "Segundo Maestro de Silos" es de menor creatividad. Repite obra del primero, más realista en sus increíbles fieras. Su obra está en casi toda la crujía de poniente y en la del lado sur. Las columnillas que soportan sus capiteles están prácticamente adosadas una a la otra debido a la configuración diferente de las cestas de los capiteles, más cerradas que en el primer maestro. Las basas lucen variedad de pequeños monstruos decorándolas. Su obra acaba mediado el siglo XII.
Los capiteles historiados, números 38 y 40 son de otra mano distinta. Escultura más realista, de bulto y muy acabada.
Y por fin, el machón del ángulo suroeste, el último que se decora que muestra obra de dos manos distintas, Por una parte la Anunciación Coronación de la Virgen y por otra, el Árbol de Jesé. Esculturas ambas de bulto, ya mas naturalistas, gotizantes que llevan a un momento avanzado del XII.