En el plano
artístico lo más destacable es la colección de los 64
capiteles de que consta el
claustro bajo y los relieves que ornamentan las caras interiores de las cuatro pilastras que forman los ángulos de la galería. Al primer maestro serían asignables seis de los relieves con las siguientes escenas:
A. Descendimiento de la
Cruz. Nicodemo y José de Arimatea inician la bajada de Jesús de la cruz, mientras María toma su mano derecha y
San Juan observa los hechos en el lado opuesto. Es de resaltar algunos detalles como la luna y el sol tapados con velos -para mostrar que tras la muerte de
Cristo se oscureció el
cielo y las aparentes llamas bajo la escena que no es otra cosa que una representación de los vientos de la
tormenta que se levantó en ese crucial instante.
B. Entierro y Resurrección. Ejemplo de poder sintético de la
escultura románica, pues se esculpió el entierro de Cristo por Nicodemo y José de Arimatea, mientas aparecen las tres Marías frente al ángel que les da la buena nueva de la Resurrección. Bajo el sepulcro, un friso muestra a siete soldados que parecen tumbados para reflejar que se han dormido mientras suceden los milagrosos acontecimientos.
C. Discípulos de Emaús. Limpia composición donde los dos discípulos siguen a Jesús que les guía ataviado de peregrino.
D. Duda de
Santo Tomás. Posiblemente el más famoso y fotografíado de todos los relieves del claustro. Jesús levanta su brazo derecho mientras Tomás pone el dedo en la herida. El resto de apóstoles se ubican al lado contrario de la escena, de forma sorprendentemente ordenada y armoniosa.
F. Ascensión. María y los doce Apóstoles aparecen de pie y encima dos ángeles parecen sujetar las ondas que representan el Cielo. Por encima de todo el conjunto, emerge la cabeza de Cristo con su nimbo crucífero.
G. Pentecostés. La mano de Dios, con el índice, proyecta el Espíritu Santo sobre los Apóstoles, incluido San Pablo, con la
Virgen María en el centro y sobresaliendo respecto a los demás.
El segundo maestro sería el autor de los dos relieves restantes:
H. La anunciación a María.
I. El
árbol de Jessé.
Este segundo maestro que realizó los últimos machones posiblemente procediese de
Galicia, ya que la Coronación y Anunciación de María están tratados al modo de Santiago de Compostela, con mucha abundancia de plegados y con los cabellos acaracolados (similar al profeta Daniel que aparece en las Jambas de Santiago de Compostela). El árbol de Jessé es muy importante desde el punto de vista iconográfico, por estar relacionado con la
vidriera del mismo nombre de San Denis, y por tratarse de un tema utilizado para decorar el parteluz de Santiago de Compostela.
Los capiteles, y en especial los del segundo artista, son obras maestras de la iconografía románica y es lo que más se admira y llama la atención de todo el claustro. Sus temas son muy variados: desde los que representan escenas bíblicas o evangélicas, hasta los figurativos de animales quiméricos, grifos, leones, arpías, centauros, aves fabulosas y toda clase de elementos vegetales.