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Estatua de la Virgen de Marzo, SANTO DOMINGO DE SILOS

El paseo por el claustro de Silos nos invita a mirar hacia el interior del patio, en dirección a las arquerías. No obstante, es imposible no apercibirse de dos elementos escultóricos notables en sus pandas: la lauda sepulcral de Santo Domingo de Silos y la estatua de la Virgen de Marzo.

Lauda del sepulcro de Santo Domingo
Aunque frecuentemente, en guías y folletos, se habla de la presencia del sepulcro o, incluso, del cenotafio del santo, lo que verdaderamente tenemos es el claustro de Silos es su lauda (tapa) del sepulcro de de Santo Domingo Manso, obra del siglo XIII y tiene esculpida el cuerpo yacente del santo, que porta el báculo abacial y un libro en sus manos. Un ángel le está coronando, mientras dos personajes suplicantes se postran a sus pies. Más abajo aparecen dos dragones, simbolizando lo demoniaco, que por su posición parece que son vencidos por el santo. La lauda está apoyada sobre unos pies esculpidos con figuras de preciosos leones muy expresivos por su esquematismo.

Estatua de la Virgen de Marzo
En cuanto a la Virgen de Marzo es una enorme estatua pétrea de María como Sedes Sapientiae, con el Niño Jesús. Se ha especulado con la posibilidad de que formara parte del tímpano de una puerta del siglo XIII. María se encuentra muy hierática y frontal, al estilo de la iconografía románica, pero Jesús se encuentra ya sentado sobre el muslo izquierdo de la Virgen y dirige su cuerpo al lado contrario, rasgo que suele ser más propio del gótico.