Otro punto de interés del claustro bajo del Monasterio de Santo Domingo de Silo es el alfarje mudéjar de finales del siglo XIV que lo techa. Se encontraba completamente policromado, aunque actualmente hay algunas partes, correspondientes a la galería norte, perdidas y reconstruidas en el siglo XIX. A la habitual decoración pictórica de temática geométrica y vegetal le acompañan una serie de interesantes escenas profanas costumbristas de la época bajomedieval: ganadería, caza, tauromaquia, amén de otras de tipo alegórico.