una joya en mitad del
campo que, como único testigo de su pasado
medieval, recorta en silueta esa tierra de
campos.
Arco de
San Miguel y cruceros
En la
carretera BU-610 que se dirige a Sotresgudo a tan solo un kilómetro de la localidad, hubo un
monasterio benedictino, el de San Miguel de Mazarreros. De este, en medio de campos de cereales, queda una preciosa
portada de transición del
románico al
gótico. Seis arquivoltas apuntadas con
columnas y
capiteles, que aunque muy deteriorados, nos ayudan a imaginar la grandeza de lo que pudo ser el lugar. En la
esquina opuesta de donde se encuentra el arco, podemos ver un
calvario formado por tres cruceros.