No es un
museo al uso. Aquí Carlos Salazar Gutiérrez es el anfitrión, el artista, el guía y lo más importante es la persona.
Él es un maestro autodidacta, con la ilusión todavía de un niño, que se mueve como pez en el
agua en su mundo mágico, el que sabe expresar a las mil maravillas en su obra arquitectónica, su pintura o su
escultura.
Hace lo que siempre ha querido, soñar, moverse en ese universo
fuente de inspiración, acompañado por la
naturaleza, sus pensamientos, el silencio.
Ese silencio y
paisaje que nos acompaña desde que llegamos a ese cerro donde está ubicado el museo, donde las puestas de sol son maravillosas y las
noches estrelladas difíciles de olvidar. Es la tierra que le vio nacer y en la que es todavía capaz de emocionarse creando en su pequeño taller de pintura (con un encanto especial) y en su taller de escultura.
Esa alegoría al
otoño, esos
colores en sus cuadros, esos
edificios mágicos por hacer.... La obra sólo, termina de entenderse cuando hablas con el artista, entonces todo se ve con claridad, con sencillez, con fuerza.
Lo que me he llevado de esta visita es que todos tenemos la necesidad de sacar al exterior lo que sentimos, lo que llevamos dentro, entonces es así como vamos encontrando nuestro
camino para llegar a ser
felices. Eso es, simplemente, lo que ha hecho este sencillo hombre pero sorprendente artista.
El Dalí de las Cuatro Villas de Amaya
Salaguti es un artista local de
Sasamón, una de las Cuatro Villas de Amaya, en
Burgos. Su obra, de lo más peculiar, incluye hasta su propia
casa-museo-taller, en la que lleva 44 años residiendo. De hecho, parte de la
fachada es su único autoretrato. Peculiar, ¿verdad?
El museo no siempre está abierto al público. Lo ideal es contactar con el propio artista con antelación y así asegurar que abra las
puertas de su hogar para el visitante. Él mismo se encargará de contar su
historia y de enseñarnos y explicarnos las diferentes obras que se exponen en su museo. ¿Qué mejor cicerone se puede
Situado a las afueras en un alto, a las afueras del
pueblo, merece la pena acercarse a visitar la casa museo de este artista, con obras repartidas por todo el mundo.
La entrada es gratuita, aunque Salaguti nos comentó que posiblemente el próximo año cobraría entrada y abriría el acceso a la segunda planta, ya que ahora está cerrado.
No se pueden sacar
fotos en el interior. Dentro se podían ver una
exposición de cuadros del artista así como
esculturas. Lo que más nos gustó, fueto toda la barandilla de la primera planta, con formas de caras, así como el techo abovedado que parecía
Esta casa perdida en mitad de una colina construida por el propio artista Carlos Salazar Gutiérrez es una joya de la
arquitectura convertida en un museo en el que albergar su propia obra. Destaca la
cúpula con su interpretación del universo y la fachada en la que ha incluido su propia cara.
Carlos vive ahora en su propia casa adyacente pero el museo se puede visitar independientemente de que este él o no, aunque si tienes la oportunidad merece la pena charlar con él.
Este curioso
edificio es la Casa-Estudio del artista Salaguti, reconvertida en museo.
Su encanto reside tanto en la singularidad de su fachada, como en el solitario y árido lugar en el que se encuentra
El estudio del artista es muy original, con forma de tortuga. El espacio dentro de la inspiración
primavera. Sus pinturas son
carteles en las paredes. El acceso se realiza desde Sasamón por un camino sinuoso. El taller estaba cerrado nuestra venida, y algunos minutos después de que el artista dejó su hogar para nosotros muy amablemente visitar a su trabajo. Gracias a él.