Solamente puedo hablar como visitante de este hermoso pueblo, en el que disfruté enormemente con motivo de sus fiestas y el baile que se hizo en la plaza del Ayuntamiento. Recuerdo mi paso por el Bar Rosales, donde tuve una buena acogida y mejor estancia gracias a la Sra. Dolores y sus hijas, con las cuales tuve la ocasión de ver tan hermoso pueblo, lástima la carretera que lo cruza pasando por medio del aglomerado de casas. Tuve ocasión también de asistir a una matanza del cerdo en Castillo de Bezana en 1986, recordando mi época juvenil de los años 1930-40. Tapiz