El
castillo de
Sotopalacios se localiza sobre un terreno llano a las afueras de este
pueblo ribereño del
Ubierna. De grandes proporciones y buena ejecución posee planta cuadrada y presenta dos
torreones y una
torre albarrana en tres de sus
esquinas. La obra principal es del siglo XV y su elegante aspecto denota un carácter más palaciego que defensivo.
Palacio del Cid
A unos cientos de metros del
caserío de Sotopalacios, en un terreno llano al que se accede tras salvar el
río Ubierna se alza el castillo de Sotopalacios. Conocido como Palacio del Cid —algunos investigadores sitúan aquí el solar de Diego Laínez, padre del famoso héroe castellano— destaca por sus grandes dimensiones y por la buena
fábrica con la que fue ejecutado.
Planta cuadrada
Su planta es cuadrada y se distribuye alrededor de un gran
patio central al que se abrían las distintas estancias de la fortaleza. Aunque por su elegancia constructiva presenta un aire más palaciego que defensivo, dos de sus esquinas están reforzadas por sendos y desafiantes torreones. También llegó a contar con un foso inundado con las
aguas del cauce molinar del Ubierna.
Familia de los Manrique
Edificado en distintas épocas, la obra principal data del siglo XV y se corresponde con los grandes
ventanales con asientos, los matacanes corridos y las troneras en las almenas para disparar pequeñas espingardas. Entre sus principales propietarios se debe mencionar a la familia de los Manrique. Fue restaurado a lo largo del pasado siglo XX por César
San José Seigland.
EL CASTILLO DEL CID
El castillo conocido como de Los Comendadores o Palacio del Cid se alza en el pueblo de Sotopalacios, a unos 10 km de
Burgos
Algunos investigadores sitúan aquí el solar de Diego Laínez, padre del famoso héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid"
Destaca por sus grandes dimensiones y por la buena fábrica con la que fue ejecutado. Su planta es cuadrada y se distribuye alrededor de un gran patio central al que se abrían las distintas estancias de la fortaleza.
Aunque por su elegancia constructiva presenta un aire más palaciego que defensivo, dos de sus esquinas están reforzadas por sendos y desafiantes torreones. También llegó a contar con un foso inundado con las aguas del cauce molinar del Ubierna
Edificado en distintas épocas, la obra principal data del siglo XV y se corresponde con los grandes ventanales con asientos, los matacanes corridos y las troneras en las almenas. Entre sus principales propietarios se debe mencionar a la familia de los Manrique.
Cómo llegar: