Tabanera era un
pueblo dependiente del
Ayuntamiento de
Castrojeriz. Está escrito en pasado porque, en esta ocasión, el éxodo rural dejó el padrón de la aldea -también conocida como
barrio de Tabanera- en cero habitantes hace más de 30 años. Con esta tesitura es difícil que se preocupen por la
iglesia de
San Miguel Arcángel, que entró en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra el 5 de julio de 2014.
La alcaldesa castreña, Beatriz Francés, también habla en pretérito de este templo. «Es una pena», explica la mandataria, quien recuerda con cierta melancolía la
romería que con motivo de la festividad de San Miguel Arcángel se celebraba en el
edificio cada 29 de septiembre.«Iba todo Castrojeriz y gente de Villasilo», rememora. Pero por desgracia, son solo recuerdos de hechos que no conocerán las generaciones futuras.
La iglesia, que ha servido como
refugio de
ovejas -y lo más sangrante del patrimonio español es que este no ha sido el único templo que ha sido utilizado como
cuadra-, empezó a abandonarse hace 40 años, diez antes que Tabanera perdiera los dos últimos habitantes que residían allí, comenta Francés. En 1965 sufrió un robo. Además, dos de los elementos más destacados, el
altar mayor y las
campanas de la
torre fueron trasladados a
Burgos y
Villasilos, respectivamente.
Actualmente el interior está en mal estado y muchos se han aprovechado de ello llevándose alguna de las losas de los enterramientos de la iglesia, que está fechada entre los siglos XIII y XVI, según la web de Hispania Nostra. El
pórtico es uno de los lugares más sobresaliente del
monumento. De hecho, las monjas clarisas de Castrojeriz pidieron permiso para trasladar
piedra a piedra la
portada, pero el Arzobispado de Burgos, que es el titular del edificio, no lo aceptó.
Detalle de la iglesia AYUNTAMIENTO DE CASTROJERIZ
Por ello, la regidora es poco optimista respecto al futuro del monumento. Además, comprende que el patrimonio religioso abunda a lo largo y ancho de la provincia y que existen otros muchos lugares con las mismas necesidades para que las administraciones públicas inviertan en San Miguel de Tabanera.
Cita el ejemplo de
Hinestrosa, una pedanía castreña, en el que la colaboración de los vecinos, el Consistorio y la Diputación provocó la reparación de su templo, pero, en este caso, viven personas allí. «Soy pesimista en el arreglo de la iglesia porque ya no vive nadie en Tabanera», declara. Al menos, el edificio quedará para la
Historia gracias al artículo de Luis Cervera Vera llamado «La iglesia de San Miguel en el despoblado burgalés de Tabanera» y el pueblo, por la antigua
fuente de la Asperilla, que fue reparada por los
Amigos del Patrimonio.
Si en otros lugares el futuro puede teñirse de rosa, en Tabanera todo parece indicar que lo que vendrá próximamente será todavía más negro. El despoblamiento del
campo también provoca un deterioro del patrimonio y esto es un ejemplo de ello. Y sería falso decir que en Castrojeriz dejan el pasado a su suerte. En octubre de 2017 salió del listado maldito el
monasterio de San Antón, que se utiliza como
albergue de peregrinos, y la iglesia de
Santo Domingo está restaurada y es sede del
museo 'Iacobus'.