Tabanera es un pequeño
barrio de
Castrojeriz, un despoblado y un recóndito
rincón con identidad propia, situado en el occidente de la provincia de
Burgos, junto al
río Odra, en la antigua
vía romana de Clunia a
Cantabria.
Aunque nunca debió de ser muy numerosa su población, a comienzos del siglo XX el
pueblo llego a tener más de 20 viviendas que daban hogar a unas 77 personas, gozaba de una
escuela, un cura residente y luz eléctrica. Sin embargo, tras la guerra civil, Tabanera perdió a casi todos sus habitantes. Hay que decir que Tabanera también se vió gravemente afectada por la gripe de 1918.
Situado en la vega del río Odra, poseía buenas tierras de cultivo y buenos pastos. Trigo, cebada, legumbres, viñas y patatas entre otros productos era lo que cultivaban en las tierras de labor. Pero la mecanización del
campo, la falta de suministro eléctrico tras la guerra, la dependencia de los servicios de Castrojeriz y la edad avanzada de algunos vecinos dejaron a Tabanera sin vida en 1971 cuando su última
familia abandonó el pueblo.
Actualmente solo se pueden observar las
ruinas de las antiguas
casas de adobe y la
monumental iglesia de
piedra dedicada a
San Miguel Arcángel. Se trata de un imponente templo del del siglo XIII, de notables dimensiones que todavía conserva su gallarda
torre y parte de sus muros. Ha perdido el
tejado, pero la torre se encuentra en perfecto estado de conservación. La iglesia de Tabanera se encuentra en la actualidad en un estado de avanzada
ruina, ha sufrido numerosos actos de vandalismo y expolio.
Tabanera, un despoblado a la
sombra de una gran iglesia abandonada.