La
tradición oral dice que la
cueva de la
fotografía, conocida como la cueva de La Mora, debe su nombre a una mora que habitó en ella.
En los años de mi
juventud, allá por 1965, los rumores de un tesoro escondido por
cuevas nos parecía de lo más emocionante. Un grupo de
amigos tomamos como objetivo encontrarlo. Pensamos que el tesoro lo habría escondido la
propia mora en su cueva. Empezamos a mover toda la tierra del suelo, nosotros no logramos encontrar nada. Años después, en ese mismo suelo se han encontrado restos de
cerámica con cierto valor histórico.
Aquel que quiera subir para comprobar si aún queda algún tesoro, debe hacerlo con precaucion, ya que la cueva está alta y el risco se puede estrecha al llegar a la entrada. Patricio.