Taravero es una pequeña localidad y una Entidad Local Menor del
ayuntamiento de Condado de
Treviño, situada en la provincia de
Burgos, en la parte más meridional del condado, en el
valle de
Tobera o valle del
rio rojo, en la falda del
monte de su nombre, en la comarca de Ebro.
Este
pueblo ya existía en el siglo XIII, en la entrada del Valle de Tobera, junto al poblado de Tarayta, hoy desaparecido, que se encontraba entre Caricedo y
San Martín Zar.
Aparece su nombre escrito por primera vez en la Carta calagurritana del obispo Aznar en el año 1275. Como la inmensa mayoría de los
pueblos del condado, pertenecía al señorío de Treviño.
El pueblo se dispone prácticamente en torno a una única
calle que comienza en la
parroquia de San Miguel Arcángel.
La
iglesia es un
edificio románico, restaurado posteriormente. Con rústica
torre cuadrada en planta,
pórtico barroco de sillería abierto por dos
arcos de medio punto. Pueden observarse algunos
canecillos lisos en la pared del norte y
ventana de medio punto, restos de la primitiva edificación del templo. Planta rectangular con dos
capillas a ambos lados de la nave, se cubre con
bóveda de cañón algo apuntado,
retablo central churrigueresco, realizado en los primeros años del siglo XVIII por Jorge de Budar.
Lo más sobresaliente es el conjunto de
casas del pueblo. Las construcciones porticadas son las más interesantes, ya que son realizadas con estructura de madera y adobe propias de los siglos XVIII y XIX, deténgase para disfrutar de la
fuente, construida en 1881, a la que con posterioridad se adosó el
lavadero.
Tiene su iglesia dedicada a San Miguel Arcángel y es de una nave de planta
románica con
ábside cuadrado más estrecho y
bóvedas de medio cañón ligeramente apuntadas y arcos fajones y dos capillas laterales con
arco de medio punto.
Su ábside es rectangular románico, recrecido ahora, con un
ventanal de doble arco de medio punto, apoyado en cuatro
columnas con
capiteles decorados y algunos canecillos lisos. La
portada es sencilla, bajo pórtico abierto con dos grandes arcos de medio punto, de sillería, con impostas molduradas. Y la torre es cuadrada con imposta corrida con cuatro huecos y dos
campanas.
La
pila es románica, sin ninguna decoración; y el retablo mayor es churrigueresco.
Sus libros parroquiales comienzan en 1662.
En sus tierras están catalogados un yacimiento arqueológico
Romano con hallazgos de la Edad del Bronce y otros tres más, posiblemente de la Edad del Bronce