Ahora voy a rescatar un pequeño artículo de un antiguo alumno que firma con su número 5901 del 15 de septiembre de 2001. Sin duda que esta revista me la dio el Padre Marquina por la amistad que nos unió cuando vino a decidir qué se hacía de la Apostólica. Grandes recuerdos de Timoteo, tan dado a la conversación, a enseñar sus poemas, sus vivencias y los pequeños trofeos que conseguía aquí o allí, sus tesoros arqueológicos, que vi pero no fotografié, pues lo más era charlar horas y horas, y de todo. ... (ver texto completo)