Bonito paseo mañanero, que va a calentar de firme, como suele hacer durante todo el verano. La naturaleza es única, con lo poco que recibe y tanto como nos da. Las flores de Alazán que me quedaron de recolectar cuando me fui, se han secado por si solas en el campo, y ayer mismo, por la tarde me fui a verlas. Solo recogerlas y dejarlas que se sequen más hasta que las reduzca a polvo para mis guisos. Es el azafrán de los pobres pero con muy buenas propiedades, sin conservantes ni colorantes, que lo ... (ver texto completo)