A los que iniciamos el Camino del Cid, hace tantos años, nos pueden engañar, nos pueden vender por cuatro reales, nos pueden intentar hacer daño, pero que sepan cuántos que obtendrán una respuesta clara, como el agua de los manantiales de los que bebimos porque a Dios gracias, las palabras nos las enseñaron en aquellas pequeñas escuelas de los pueblos del Cid, humildes, pero llenas de valores. Y no seremos grandes personajes, ni tendremos muchos estudios, ni muchas riquezas, pero la dignidad será ... (ver texto completo)
Me gusta ser como soy, y no lo cambio por nada. La satisfacción por lo que haces te merece la pena, lo demás, "pecata minuta".