¡Hasta mentira me parece que en una plaza como la nuestra peligren los árboles! Que les ha costado muchos años estar así, y sin apenas cuidados. Cuando la fuente fue restaurada y es de piedra, y la verdad es que vuelve a mostrar debilidad. Y los árboles, sin cuidados, porque ellos mismos se buscan su propio sustento están en toda su plenitud. Los pinos, que aunque alguno muestra en sus ramas alguna procesionaria están dándoles batalla, y se sabe porque no muestran debilidad. El piñonero la combate. ... (ver texto completo)