Por fin llegaron las lluvias, este año en enero, dando ciertas treguas para las celebraciones, y de hoy, ya el Urbel mostraba grandes avenidas después de un fin de semana muy lluvioso. O se seca o se sale, no tiene término medio. Pero siempre pasó, y antes había arroyos y con la concentración se aprovecharon para cultivos. El agua busca su propio cauce y si no lo tiene se desborda.