Ya estaban los pastorcillos preparándose para iniciar la visita con sus presentes, y mientras, María y José, buscaban un lugar donde descansar y donde albergarse pues el Niño estaba en camino. Nadie los conocía hasta entonces, y si no hubiera sido por el niño, habrían pasado desapercibidos. El Niño les hizo famosos, ¡y qué niño les fue a nacer en Belén!