QUERIDOS REYES MAGOS
Queridos reyes os pido:
en el nombre de niños enfermos,
sanéis primero sus cuerpos.
Ellos que piden: un corazón nuevo,
o un riñon, aunque sea usado,
les sirva para revivir su sangre
y con ella puedan volver a sonreír.
No tienen, reyes, grandes ideales:
ni belleza, ni talento, ni riquezas,
ni dicha, y ellos sienten la vida trampa,
donde yacen sus cuerpos esperando
con una angustia sutil que los envuelve.
Sus cuerpos yacen en estos días
en fríos pero luminosos hospitales,
donde cuesta sobrevivir, y se agradece
esa sonrisa alegre que no tienen,
ese amor y desvelo de sus seres
y de quienes les cuidan.
Yacen lánguidas sus caritas
entre las sábanas, y brotan lágrimas
de sus ojos, limpios manantiales,
alimentando en los bosques, árboles;
y en sus cabecitas se ilumina
poco a poco la llama de la esperanza.
Hoy, queridos reyes, han de mirar
en el fondo ilusionado de sus zapatos,
y algunos, sí encontrarán de nuevo vida.
Abrazarán sus nuevos órganos:
corazones,, riñones, médula..
o simple y natural sangre.
Y volverán a sonreír sin tristeza
aprovechando el tiempo perdido.
Sí, os darán las gracias,
y os iréis, reyes, pasito a paso
en busca de otro año.
Carmen García ... (ver texto completo)
Queridos reyes os pido:
en el nombre de niños enfermos,
sanéis primero sus cuerpos.
Ellos que piden: un corazón nuevo,
o un riñon, aunque sea usado,
les sirva para revivir su sangre
y con ella puedan volver a sonreír.
No tienen, reyes, grandes ideales:
ni belleza, ni talento, ni riquezas,
ni dicha, y ellos sienten la vida trampa,
donde yacen sus cuerpos esperando
con una angustia sutil que los envuelve.
Sus cuerpos yacen en estos días
en fríos pero luminosos hospitales,
donde cuesta sobrevivir, y se agradece
esa sonrisa alegre que no tienen,
ese amor y desvelo de sus seres
y de quienes les cuidan.
Yacen lánguidas sus caritas
entre las sábanas, y brotan lágrimas
de sus ojos, limpios manantiales,
alimentando en los bosques, árboles;
y en sus cabecitas se ilumina
poco a poco la llama de la esperanza.
Hoy, queridos reyes, han de mirar
en el fondo ilusionado de sus zapatos,
y algunos, sí encontrarán de nuevo vida.
Abrazarán sus nuevos órganos:
corazones,, riñones, médula..
o simple y natural sangre.
Y volverán a sonreír sin tristeza
aprovechando el tiempo perdido.
Sí, os darán las gracias,
y os iréis, reyes, pasito a paso
en busca de otro año.
Carmen García ... (ver texto completo)