Total, que yo, por ser seudo-auxiliar ejercía el papel que me otorgaban. Apuntar en el libro las certificaciones de este o de aquella que fallece, y yo las apuntaba, porque gracias a Dios aprendí a escribir. Extiende una fe de vida, y a mi me gustaba dar fe de que una persona vivía y por tanto podía exigir sus derechos en donde hubiera lugar. Ha nacido un niño o una niña, inscribir ese acontecimiento me llenaba de orgullo y de dicha; porque ya me diréis si es agradable inscribir un muerto o una muerta, que ya no vas a volver a ver. O tener el certificado de defunción en casa todo un fin de semana, acordándote de esa persona. Si es de la residencia, pones más distancia pero también me aconteció que al estar trabajando poco mas de 15 días en la Residencia Jardín de Tardajos, los muertos, me eran familiares y durante mucho tiempo, pues su estancia allí se alargaba hasta que Dios quería. ¡Y cómo estaban los libros cuando llegué! Se caían a cachos y sin presupuesto para reparar, me acordé de los sobres sepia de la Caja Círculo con un buen papel, unas tijeras, un celo y listos, como recién salidos de una cura. Reciclaje. ¡Bien contenta estoy de que ahora haya mucho presupuesto y eso ya esté solucionado. Ahora ya no se trabaja en negro, casi nunca, sólo en los veranos en que las trabajadoras del colegio no están contratadas y se recurre a una persona que limpia y atiende, tanto el ayuntamiento como el centro médico. En los pueblos siempre hay personas buenas que trabajan por nada, simplemente, por hacer un favor a la comunidad. Como también hay personas que limpian y adornan la iglesia y el centro parroquial. Y esas, sin ni siquiera un sueldo. Lo hacen como un trabajo voluntario a la comunidad.
Pues con el correr del tiempo ya era lo único que podía inscribir, las defunciones. Poco a poco vas cediendo terreno hasta que te vas definitivamente. Y después del expediente de la boda, me dije, pero si pasan de ti, tu pasa de quien te ignora. Y a partir de ese día solo firmo, y que inscriba el que está en su obligación que para eso les pagan. Lo que cuenta es mi firma, y punto. Y hasta que acabe mi mandato seguiré ajustándome a mis competencias.
Para hacer el registro en el Libro de Defunción hay que esperar 24 horas, como norma legal. A mi gente que desconoce este tipo de documentos me dice, te vas a buscar un lío por firmar. ¿Pero de qué vas, si el el certifica es el médico titular o el suplente? Yo, me limito a firmar cuando un competente en salud, ha dicho que ese corazón ha dejado de latir. Se espera por precaución y todo lo demás ya es bien sabido. Todo sigue su curso legal. Los certificados de defunción se extienden y se entregan donde te los exigen.
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