Os diré que este año no ha habido ni una pero las sigo disfrutando porque el año pasado las conservé en mermelada y en almíbar. No es lo mismo pero las tengo aún. Igual al año que viene volverán si el árbol resiste porque no sé que enfermedad le entró. Quizás la nostalgia de verse tan vacío, y encima llenito de pulgones que se se comían hasta los tallos.
Confío en que saldrá adelante, y si no ya hay renuevos de sus pitas.