Por aquel tiempo en que yo empezaba a intimar con la plaza no había columpios en ninguna parte, y aquí los niños se lo pasaban lo mejor que podían. Y las madres la atendíamos también, y las abuelas cuidaban los jardines con mucho esmero con simples escobas y regaderas. Los niños se columpiaban en los caños de la fuente, y ahora no se columpian y los caños acaban rotos también, al igual que las papeleras recién instaladas que algunas han sido arrancadas de cuajo.... PLAZA MAYOR DE TARDAJOS
(mi compromiso escrito hace muchos años)
Eres centro y vida,
en otoño todavía hay rosas
que salen tímidas
por la inercia de la savia
que resiste a ser vencida.
Rosas cubiertas de fino rocío... Eso sí está pasando en los plenos tardajeños, que el señor alcalde prohibe hablar, preguntar, reír y defenderse cuando a una sí la acusan de muchas cosas relacionadas con ejercer la libertad de expresión. Pero si eso pasa en el pleno, luego hay espacios ciudadanos donde se puede decir qué pasa en el pleno. Donde se puede hacer una transparencia de lo que se dice en el pleno, escribiendo lo que hablan y exponen tanto los concejales del equipo de gobierno y la oposición.
¿Queréis un debate público... Pues no, esto es que no es una dictadura, es una democracia y a los ciudadanos nos ampara la libertad de expresión y la Constitución española, mucho de lo que se presume y en la práctica no funciona. Hay ser palurdos para que no nos gusten los jardines de chinitas, la parada de autobús que no proteje de nada y en la que no cabe casi nadie. ¿Para eso hace falta estudiar, para comprar ese mobiliario a una empresa que también fabrica papeleras para toda España? ¡Qué palurdos somos! No tenemos gusto porque nos gustan más los jardines de siempre, verdes y con flores como si son rosales, que dicho sea de paso apenas se tienen que cuidar. Y la fenomenal brecha de la carretera o barricada o borricada....