sobreviven las paredes de la que fue
casa del guarda del
canal. Su mujer hacía unas ciruelas en almíbar buenísimas. Mientras vivieron allí el
paisaje era frondoso y cuando se fueron empezó a decaer y hoy quedan estas
ruinas que todavía nos hablan de un pasado glorioso que se fue con Joselín, el guarda del canal.