¡Cómo me alegro de no haber desperdiciado el día de ayer. Lo de hoy es otra cosa y lo que invita es a quedarse en casa! Atizar bien la chimenea o la gloria y estar al calor. ¿Quien sabe si esto también puede funcionar como el calor del hogar donde antaño se contaban historias con el resplandor de las brasas? Puede ser. Ahora, con vuestra participación como hasta ahora, el fuego de la chimenea se apagaba seguro.
No me gustan los monólogos pero... no hay mas remedio.
Saludos y a lo mejor es que...