Pues sabía donde estaba cada cosa ya que yo mismo tuve la oportunidad de ordenar, colocar y reelaborar papeles, libros,
fotos, artículos...
¡Qué no habré hecho aquí en el
ayuntamiento, desde limpiar el polvo, abrir cartas, ordenar papeles hasta emitir un certificado con mi firma- que era lo que realmente me pertenecía; pero había tanto y tanto por hacer que no se me cayeron los anillos por eso.