Las aguas en el río se han abierto el paso por su empuje, arrastrando los cañaverales río abajo. Ya os enseñaré dónde se han quedado acumulados. Y él solo se las apaña. No estaría de más una pequeña ayuda por parte de la Confederación del Duero, que viniesen a quitar un islote de pajas secas, al otro lado del puente para que luego pueda discurrir convenientemente y no se forme un tapón. Que sucede muchas veces.
Hay casos curiosísimos en el Arlanzón. Troncos varados taponando los ojos, árboles que...