Esto es algo en lo que nunca había reparado antes, quizás por falta de tiempo, y podéis comprobar también. Pues en Burgos, cuando se inauguraba el Museo de la Evolución Humana se decía, lo que es rojo, acaba siendo verde. Simplemente me dispuse a verlo en la naturaleza, y ahí está bien claro. A la sazón las hojas de mi rosal ya están rojas, y luego, lucirán un verde brillante cuando sean capaces de albergar las verdaderas rosas rojas, o de otro color. Es en verdad una gran satisfacción y estímulo... Hay una curiosidad y es como un negativo de la realidad. En las plantas ocurre con mucha frecuencia. Lo que va a ser verde, empieza siendo rojo. Los brotes de los chopos y de los álamos son rojos. Las hojas de los rosales, son rojas al principio antes de ser verdes.