Aquí hay mucha historia ya escrita. Y lo escrito, permanece. Mirad, si parece un cuadro subrealista- pero la cámara no se ha inventado nada. Solo ha captado las transparencias del agua desde un balconcillo estridente y deformado, quizás por un fuerte impacto. Algo tuvo que pasar para que los barrotes acabaran "tocados".