Un hijo suyo, Héctor, leyó un poema de su hermana, que escribe poesía desde hace mucho tiempo. Yo lo oí, pero ayer lo escuché. Es una poeta muy buena, y lo mas curioso es que se ha hecho estudios de ella en Francia. Sus poemas han sido estudiados en una tesis doctoral por sus sobrinos.
El poema fue precioso, y Héctor lo entonó muy bien.
Luego llegó el turno mío, y hice lo propio, también. Lo escribí ayer por la mañana y lo recité por la tarde. En tal día como hoy, mi laurel ha florecido. Ha elegido una fecha muy especial. Es una flor que tarda mucho hasta que por fin se abre.