Volvió a ocupar el lugar donde habría de subir, en su especial ascensor, a su altar.
Si la Virgen de las Aguas baja a instancias de los versos infantiles, vuelve a subir con el cántico de la Salve Popular. Los hombres con fuerte voz melodiosa la comienzan, algunos desde el coro parroquial, a lo que el pueblo responde cantándole esa oración mariana con especial fervor. La celebración de la Santa Misa estuvo como siempre muy concurrida, la iglesia estaba abarrotada de fieles entusiastas de María, llamada de las Aguas. La Coral de Tardajos ofreció lo mejor de su repertorio mariano y religioso para honrar a la patrona de los labradores y del campo, en general.
Un año más al acabar la ceremonia, una niña, este año Sara, no deleitó y sorprendió con su poema muy bien aprendido y recitado. Se ganó un gran aplauso por parte de todo el pueblo, y la Virgen bajó de su altar,...