Volvimos a tener a la Virgen, cercana a nosotros para poderle pedir lo que más anhelamos en la vida. La mayoría, pensamos en la salud, que sin ella, todo lo demás no nos luce nada. Y es que es milagroso que vivamos, eso ya es digno de agradecer a Dios, a María y al Cielo. Como se suele decir, mientras hay vida, hay esperanza, y es una gran verdad.