Cuando yo era pequeñita, me contaron un cuento.
Habia una vez una niña que vino a vivir a un pueblo desde el suyo natal. Al principio, las demás niñas la recibieron bien, normal, todas querían ser sus asmigas.
Pero la tal niña que habia venido de fuera, empezó a mirar "por encima del hombro" a las demás niñas, a criticar lo que hacian, como vestian, como tenian sus casas, lo que hacian. Hasta se permitía acosejarlas como tenian que hacer las cosas, diciendo que ella sabia de todo, y que en ese pueblo nadie sabia hacer nada, nadie sabia solucionar los problemas. Las demás niñas la empezaron a dejar de lado, a no hacerla caso, a no quererla.
Ella, que ya habia aprendido a escribir, como no la hacian caso, pues se dedicadaba a escribir y escribir, y escribir. Siempre diciendo lo que tenian que hacer los demás, que ella la que tenia la verdad, las soluciones, que los de ese pueblo no habian hecho nada por solucionar los problemas, que las niñas que venian de fuera eran las que sabian más y hacian más que ellos,
Como tenia todo el tiempo del mundo, porque nadie la hacía caso, seguia escribiendo y escribiendo. Y como no hablaba con las demázs niñas, porque ninguna confiaba en ella, pues no se enteraba de que las demas niñas y sus familias eran las que verdaaderamente habian construiro ese pueblo, las que sí que sabian de los problemas, y hablaban entre ellas y con sus papás para solucionarlos.
Pero la niña de "fuera" no se enteraba, y a media que menos se enteraba, màs escribía, más de marginaba, y más se alejaba de la realidad. Ellas se hizo su propia raalidad, su propia fantasía, muy alejada de la realidad de un pueblo, que no era suyo, ni de sus antepasados, y por el que realmente no habia hecho nada, ni nunca lo harìa.
NOTA. Es solamente un cuento, yo al menos, asi lo recuerdo, me lo contaron mis padres, en mi pueblo, en el de ellos, en el de mis abuelos, por el que siempre lucharon y trabjaron, en silencio, con humildad, si decir a los demàs lo que teniìan que hacer. Pero eso si, en comunidad, querièndose y apreciándose entre todos, como una gran familia (de las bien avenidas). Por cierto, el pueblo tiene porqué ser TARDAJOS, ni la niña ninguna de aqui... ¿o si?. Cada una que interprete comoquiera.
Habia una vez una niña que vino a vivir a un pueblo desde el suyo natal. Al principio, las demás niñas la recibieron bien, normal, todas querían ser sus asmigas.
Pero la tal niña que habia venido de fuera, empezó a mirar "por encima del hombro" a las demás niñas, a criticar lo que hacian, como vestian, como tenian sus casas, lo que hacian. Hasta se permitía acosejarlas como tenian que hacer las cosas, diciendo que ella sabia de todo, y que en ese pueblo nadie sabia hacer nada, nadie sabia solucionar los problemas. Las demás niñas la empezaron a dejar de lado, a no hacerla caso, a no quererla.
Ella, que ya habia aprendido a escribir, como no la hacian caso, pues se dedicadaba a escribir y escribir, y escribir. Siempre diciendo lo que tenian que hacer los demás, que ella la que tenia la verdad, las soluciones, que los de ese pueblo no habian hecho nada por solucionar los problemas, que las niñas que venian de fuera eran las que sabian más y hacian más que ellos,
Como tenia todo el tiempo del mundo, porque nadie la hacía caso, seguia escribiendo y escribiendo. Y como no hablaba con las demázs niñas, porque ninguna confiaba en ella, pues no se enteraba de que las demas niñas y sus familias eran las que verdaaderamente habian construiro ese pueblo, las que sí que sabian de los problemas, y hablaban entre ellas y con sus papás para solucionarlos.
Pero la niña de "fuera" no se enteraba, y a media que menos se enteraba, màs escribía, más de marginaba, y más se alejaba de la realidad. Ellas se hizo su propia raalidad, su propia fantasía, muy alejada de la realidad de un pueblo, que no era suyo, ni de sus antepasados, y por el que realmente no habia hecho nada, ni nunca lo harìa.
NOTA. Es solamente un cuento, yo al menos, asi lo recuerdo, me lo contaron mis padres, en mi pueblo, en el de ellos, en el de mis abuelos, por el que siempre lucharon y trabjaron, en silencio, con humildad, si decir a los demàs lo que teniìan que hacer. Pero eso si, en comunidad, querièndose y apreciándose entre todos, como una gran familia (de las bien avenidas). Por cierto, el pueblo tiene porqué ser TARDAJOS, ni la niña ninguna de aqui... ¿o si?. Cada una que interprete comoquiera.