CEMENTO PARA TAPAR LA HISTORIA EN TARDAJOS (BURGOS)
Textos: Andrés Sánchez
fotos: Germán Gallego
En Pleno Camino de Santiago, a quinientos metros del casco urbano del pueblo de Tardajos, con setecientos veinte vecinos censados y a una decena de kilómetros de la ciudad de Burgos, se están cosntruyendo dos chalets adosados sobre los yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Deobrígula, en terrenos rústicos (no urbanizables) y con licencia municipal de obras.
Cuando el escándalo llegó a las páginas de los periódicos, las instituciones provinciales y locales echaron mano el desconicimiento, e incluso de la ignorancia, para justificarse.
El presidente de la Diputación Provincial, Vicente Orden Vígara (PP), considera que el asunto es poco menos que "a lo hecho pecho", y en declaraciones a la prensa local afirmó que "solo puedo decir amén", en base a sus ideas en las que "la autoridad local es soberana". Una soberanía un tanto especial que "incumple la Ley de Suelo y la legislación sobre el Patrimonio Histórico Artístico de España", según afirma a INTERVIÚ, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Galo Barahona.
El propio alcalde de Tardajos, Raimundo de la Torre, reconocía, al ser entrevistado sobre el terreno de la propia obra, unos trigales, que la "construcción incumple la ley porque es zona rústica", aunque matiza que "desconocía que esas tierras estuvieran dentro de los yacimientos romanos".
Sin embargo, hace algo más de un año, y como consecuencia de la ejecución de unas obras en la carretera, muy cercanas a la edificación ilegal del actual escándalo, fue descubierta una casa romana de os milenios de antiguedad, y en la estancia principal de la misma apareció un esqueleto con el broche de su túnica sobre el hombro. Por aquel entonces fue muy celebrado el chascarrillo de un vecino del lugar, que tuvo a bien catalogar los restos mortales del romano como los del guarda de la finca, porque tenía la chapa de vigilante jurado.
Textos: Andrés Sánchez
fotos: Germán Gallego
En Pleno Camino de Santiago, a quinientos metros del casco urbano del pueblo de Tardajos, con setecientos veinte vecinos censados y a una decena de kilómetros de la ciudad de Burgos, se están cosntruyendo dos chalets adosados sobre los yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Deobrígula, en terrenos rústicos (no urbanizables) y con licencia municipal de obras.
Cuando el escándalo llegó a las páginas de los periódicos, las instituciones provinciales y locales echaron mano el desconicimiento, e incluso de la ignorancia, para justificarse.
El presidente de la Diputación Provincial, Vicente Orden Vígara (PP), considera que el asunto es poco menos que "a lo hecho pecho", y en declaraciones a la prensa local afirmó que "solo puedo decir amén", en base a sus ideas en las que "la autoridad local es soberana". Una soberanía un tanto especial que "incumple la Ley de Suelo y la legislación sobre el Patrimonio Histórico Artístico de España", según afirma a INTERVIÚ, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Galo Barahona.
El propio alcalde de Tardajos, Raimundo de la Torre, reconocía, al ser entrevistado sobre el terreno de la propia obra, unos trigales, que la "construcción incumple la ley porque es zona rústica", aunque matiza que "desconocía que esas tierras estuvieran dentro de los yacimientos romanos".
Sin embargo, hace algo más de un año, y como consecuencia de la ejecución de unas obras en la carretera, muy cercanas a la edificación ilegal del actual escándalo, fue descubierta una casa romana de os milenios de antiguedad, y en la estancia principal de la misma apareció un esqueleto con el broche de su túnica sobre el hombro. Por aquel entonces fue muy celebrado el chascarrillo de un vecino del lugar, que tuvo a bien catalogar los restos mortales del romano como los del guarda de la finca, porque tenía la chapa de vigilante jurado.