Hace muchos años escribí este poema dedicado a los niños del colegio. Quizás a ti lector, que hoy repasas lo escrito;, o a ti, que por un momento olvidaste donde estudiabas y hoy te han venido muchos recuerdos infantiles. La infancia es nuestra patria y nunca se olvida.
A los de entonces y a los de ahora.
A LOS NIÑOS DEL " PETRA LAFONT"
Había un pueblecito
bañado por la lluvia,
le mecía el viento,
le alumbraba en el cielo
un sol de ascuas de brasero
con fuego llenito de luceros.
Y en la noche oscura
lloraba una fuente:
"Se ha hecho un conjuro
en el pueblo mío,
los niños no ríen
no sueñan, ni beben rocío.
¡los libros se duermen!"
Despierta mi niño
que dentro de un libro
late fantasía a raudales.
Despierta mi niño,
si tienes un libro,
ya no tienes sueño.
El libro, tu amigo,
te esperará siempre.
Te habla, te ofrece
un sol de verano.
Te tiende sus manos,
te acoge en su seno
al abrigo de un mundo nuevo
que abre una ventana
al mundo de los sueños
por donde tus ojitos
se verán muy llenos
de ilusión y de cielo.
C. García
A los de entonces y a los de ahora.
A LOS NIÑOS DEL " PETRA LAFONT"
Había un pueblecito
bañado por la lluvia,
le mecía el viento,
le alumbraba en el cielo
un sol de ascuas de brasero
con fuego llenito de luceros.
Y en la noche oscura
lloraba una fuente:
"Se ha hecho un conjuro
en el pueblo mío,
los niños no ríen
no sueñan, ni beben rocío.
¡los libros se duermen!"
Despierta mi niño
que dentro de un libro
late fantasía a raudales.
Despierta mi niño,
si tienes un libro,
ya no tienes sueño.
El libro, tu amigo,
te esperará siempre.
Te habla, te ofrece
un sol de verano.
Te tiende sus manos,
te acoge en su seno
al abrigo de un mundo nuevo
que abre una ventana
al mundo de los sueños
por donde tus ojitos
se verán muy llenos
de ilusión y de cielo.
C. García