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TARDAJOS: OS VOY A CONTAR UN SUEÑO MUY GRACIOSO QUE JUSTAMENTE...

OS VOY A CONTAR UN SUEÑO MUY GRACIOSO QUE JUSTAMENTE HE TENIDO HOY A PROPÓSITO DEL DÍA DE SAN VALENTÍN

En la iglesia parroquial "Nuestra Señora de la Asunción ", se esperaba con gran júbilo el día de San Valentín. Había muchas parejas de enamorados que se querían casar en el día de hoy. Así, como podréis imaginar la iglesia tenía un lleno total. No cabía ni un alma mas (y eso que las almas son espíritus y caben en cualquier lugar).

En la jerga común como se podría decir que estaba la parroquia, "abarrotá". Yo llegué la última, y me senté en un sitio que todavía estaba libre casualmente. Y a esperar.

No decíamos nada pero nos mirábamos unos a otros, entendiéndonos. ¿Que le pasará hoy a nuestro párroco, Don Juan Manuel que no llega?. Tiempo de espera para las jóvenes parejas que veían frustrado su especial día. Nada, que el cura les había dado plantón por enésima vez, y en tal fecha.

Algo grave tendría que haberle sucedido pues no era ni medio normal que habiendo tantos casamientos, con tantas propinas para él, no acudiese. Estuvimos esperándole mas de una hora en silencio, y ya rezándole pues todos y todas intuíamos que algo malo le habría sucedido.

No dijimos nada pero cada uno rezó el padrenuestro en su memoria. ¡Qué pena, con lo buena persona que era, y nos ha dejado en tan especial día!
Total, que quitando los novios, el resto de los allí reunidos nos fuimos a casa como si de verdad hubiéramos oído misa, y una misa mas, pero de difuntos.

Llegué a casa con el pan recién comprado de la panadería, y a empezar con el menú especial del Día de San Valentín.
Cuando alguien llama a mi puerta. Eran varias vecinas y feligreses de la villa que venían a que las acompañara a casa del cura pues se temían lo peor.

Tuve que quitarme las zapatillas y ponerme de nuevo los zapatos, y en eso se ve que tardaba mucho. Ellas se fueron adelantándose. Cuando llegué pude yo también presenciar el panorama. No había señales de muerte por ningún lado.
Al contrario, el párroco estaba celebrando una fiesta por todo lo alto con los muchos amigos que tenía. Eso si, se olvidó que era tan señalado día y dijo:
- Lo siento, perdonadme pues mis amigos hicieron por un momento que me olvidara de mis obligaciones parroquiales. El verles, tan felices, con tanta alegría entorno a una sencilla comida con que les obsequiaba me nubló el recuerdo, y por una vez me sentí un párroco feliz de ser tan querido entre los amigos que fui consiguiendo a lo largo de toda mi vida como sacerdote, que ya son muchos, y da vértigo recordar. No los amigos y si los años.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¿Os acordáis de mi famoso sueño? Juan Manuel no ha muerto, que vá. Estuvo el día de las últimas sopas solidarias con nosotros. En realidad fue el el inventor de las Sopas Solidarias en Tardajos... Ya buscaré en estas historias dentro de las fotos. Por cierto, que cuesta ya un montón leer a la rosa de mis ojos. Casi nada, la de historias que contiene, la de poemas, plenos y hasta un sueño. Lo bueno de escribir es que los recuerdos no se pierden, porque si no de este sueño me habría olvidado. Desde ... (ver texto completo)