TRAJE PARA UN DISFRAZ
-Iré a la noche a bailar
a la fiesta del disfraz,
le pediré a un hada
su traje para el carnaval.
-Lo siento, mi niña,
pues has llegado tarde.
Lo acabo de regalar.
Vino anoche un juglar
y me pidió el vestido.
Llévate si quieres... este lindo fular.
-Bueno hada... si no tienes mas...
-Hola, escarabajo verde,
esta noche iré a bailar
a una fiesta de disfraz.
¿me podrías prestar tu traje?
-Lo siento, mi niña, está cosido
a mis escuetos y finos huesos.
Te lo prestaría, pero no puedo.
Te puedo prestar, a ver que pienso...
Ya sé, unas antenas de repuesto.
-Bueno, amigo escarabajo... si no tienes mas...
Buscaré a la dormida mariposilla
a ver si por un casual, sus alas
de fina seda me quiere brindar.
-Bella mariposa, te necesito y
siento mucho venirte a despertar.
Estoy invitada a disfrazarme
esta noche, y celebrar el carnaval.
Esas alas tuyas, serían perfectas.
¿Me las podrías prestar unas horas?
Me quedé atrapada esta noche
en un matorral de zarzamoras.
Se me han despegado las alas
y en ese zarzal están. ¡Búscalas!
-Gracias bella mariposa sin alas
por fin luciré un bonito disfraz
con mus preciosas antenas, y el fular,
solo me falta encontrar las alas
de la linda mariposa en el zarzal.
A las doce, vendré esta noche,
mariposa del alma, te las volveré a pegar.
Y para la primavera, de nuevo
las tendrás con lunares de seda y celofán.
C. García
-Iré a la noche a bailar
a la fiesta del disfraz,
le pediré a un hada
su traje para el carnaval.
-Lo siento, mi niña,
pues has llegado tarde.
Lo acabo de regalar.
Vino anoche un juglar
y me pidió el vestido.
Llévate si quieres... este lindo fular.
-Bueno hada... si no tienes mas...
-Hola, escarabajo verde,
esta noche iré a bailar
a una fiesta de disfraz.
¿me podrías prestar tu traje?
-Lo siento, mi niña, está cosido
a mis escuetos y finos huesos.
Te lo prestaría, pero no puedo.
Te puedo prestar, a ver que pienso...
Ya sé, unas antenas de repuesto.
-Bueno, amigo escarabajo... si no tienes mas...
Buscaré a la dormida mariposilla
a ver si por un casual, sus alas
de fina seda me quiere brindar.
-Bella mariposa, te necesito y
siento mucho venirte a despertar.
Estoy invitada a disfrazarme
esta noche, y celebrar el carnaval.
Esas alas tuyas, serían perfectas.
¿Me las podrías prestar unas horas?
Me quedé atrapada esta noche
en un matorral de zarzamoras.
Se me han despegado las alas
y en ese zarzal están. ¡Búscalas!
-Gracias bella mariposa sin alas
por fin luciré un bonito disfraz
con mus preciosas antenas, y el fular,
solo me falta encontrar las alas
de la linda mariposa en el zarzal.
A las doce, vendré esta noche,
mariposa del alma, te las volveré a pegar.
Y para la primavera, de nuevo
las tendrás con lunares de seda y celofán.
C. García