Dedicado a todas las mujeres del mundo, sobre todo a las que ocupan un ínfimo lugar y donde son vulnerados a día de hoy sus derechos.
Un abrazo especial para Perla, por tus elogios, que no merezco porque mi participación es muy simple; y a Victoria, siempre brindándonos preciosos poemas e intentando que no cunda el desánimo.
MUJER
Has subido con hombre
los peldaños de la gran escalera
de la vida para hacer historia.
Muchos años de silencio
y muchas eternidades, dormida,
acurrucada, y a la sombra.
Mujer de otras esferas;
arrodillada, tendida.
Manos y pecho con que dar cobijo,
amor, aliento, calma, dicha.
Ojos y vientre para dar luz,
para cerrar heridas, sufrimiento;
alimentar dando consuelo,
entregando su alma y cuerpo.
Mares de lágrimas derramadas
por el dolor más palpitante;
millones de vidas arrancadas
sin justicia ni causa.
Y todavía en este siglo
llora en silencio la mujer
o en un llanto escandaloso
como el tañer de campañas,
lento, acompasado, veloz
hasta estrujar la última gota
de su caudal derramado
con que calmar su infinito dolor.
C. García
Un abrazo especial para Perla, por tus elogios, que no merezco porque mi participación es muy simple; y a Victoria, siempre brindándonos preciosos poemas e intentando que no cunda el desánimo.
MUJER
Has subido con hombre
los peldaños de la gran escalera
de la vida para hacer historia.
Muchos años de silencio
y muchas eternidades, dormida,
acurrucada, y a la sombra.
Mujer de otras esferas;
arrodillada, tendida.
Manos y pecho con que dar cobijo,
amor, aliento, calma, dicha.
Ojos y vientre para dar luz,
para cerrar heridas, sufrimiento;
alimentar dando consuelo,
entregando su alma y cuerpo.
Mares de lágrimas derramadas
por el dolor más palpitante;
millones de vidas arrancadas
sin justicia ni causa.
Y todavía en este siglo
llora en silencio la mujer
o en un llanto escandaloso
como el tañer de campañas,
lento, acompasado, veloz
hasta estrujar la última gota
de su caudal derramado
con que calmar su infinito dolor.
C. García