Luz ahora: 0,12669 €/kWh

TARDAJOS: Carmen lo que pusiste es muy bonito y me encanto, y...

LIC RÍO URBEL

A pesar de no tener demasiado caudal, históricamente el río Urbel tuvo abundancia de especies acuáticas citándose en el famoso diccionario de Pascual Madoz (1850) la pesca de truchas, anguilas, cachos, bogas y cangrejos. Concretamente hasta 1974 el río Urbel acogió una de las mejores poblaciones burgalesas del cangrejo autóctono español (Autropotamobius pallipes), pero éstos desaparecieron totalmente del río a consecuencia de una enfermedad importada, la afanomicosis, y posteriormente fue remplazado por el CANGREJO SEÑAL (Pacifistacus leniusculus), cuya pesca se encuentra vedada indefinidamente. En la actualidad se puede pescar TRUCHA ARCOIRIS y TRUCHA COMÚN.

A veces es bueno contrastar opiniones porque la explicación de la desaparición del cangrejo autóctono...

Que yo sea y muchos ciudadanos también, su desaparición se debió a un feliz experimento que los que nos suelen gobernar practican con asiduidad. MENUDO ERROR DESCOMUNAL, que tuvieron.
Si a esa gente se les aplicase las multas que les ponen a los de a pie por cada cangrejo que pescan ilegalmente, todavía deberían dinero a espuertas.

Pero ya se sabe quien está obligado a cumplir las leyes, y remedio que nos queda a los sufridos contribuyentes.

Buenos dias Carmen con tu permiso lo pondre en mi pueblo
Feliz dia te deseo
Un besooooooooooooooooooooo

Victoria:
Me alegro que la corriente fluya, al igual que las aguas del río, lo queramos o no. Malo que se detuvieran en un sitio concreto y no llegaran a su destino.
Feliz miércoles y un fuerte abrazo

Carmen lo que pusiste es muy bonito y me encanto, y como tu dices es interesante que se sepa lo bonito y rico que es y fue nuestro rio Urbel, yo tengo muy buenos recuerdos de cuando pecaba cangrejos, y lo ricos que estaban, gracias
Feliz tarde
Un besooooooooooooo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Victoria:
Pescar cangrejos es un placer impresionante, no por los cangrejos en sí, sino por la emoción cuando echas un retel y miras a ver cuántos han caído, a ver qué tamaño tienen. Hay que medirlos y si no dan la talla se tiran al río, aunque da pena después que los cogiste.
Es como una excursión pero en tu mismo espacio de un día nada más. Una vez que coges el cupo te vas a casa a seguir disfrutando de la pesca del día. A imaginar cómo los guisarás mientras los estás lavando.
Hay que ... (ver texto completo)