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TARDAJOS: Dices bien, los humanos tenemos lo místico y lo profano...

Vale:
De momento os dejo algo de lo que poder hablar, por ejemplo de los sueños de nuestros niños y niñas que pronto harán la confirmación. Y con su acto quieren ayudar a que los sueños de los mas desfavorecidos se cumplan poniendo su granito de arena.

Hay mucho que contar de esta bella iniciativa. Pero lo haré mas tarde, porque ha dejado de llover, y me voy a coger caracoles, si salen claro.

Son los primeros caracoles de este año que cogeré si los encuentro, y de abril, que son los mejores. Aunque tampoco le haré ascos a los de mayo si aparecen. Pasear por el campo da gusto, pero si además hay algo que poder coger, mejor que mejor.
¿Te gusta coger caracoles, Pardo3? Aquí hay mucha afición. ¡La de ellos que se cogieron ayer por estos lares!
Un saludo y no hace falta que preguntes, habla de lo que quieras que somos todo oídos.

Es interesante el tema, confirmación y caracoles.
En Tardajos como en el resto de diócesis se practican los sacramentos divinos, es una costumbre tradicional que la religión cristiana ejerce.
Coger caracoles es una práctica sana de los pueblos ribereños, ya que es un fruto privilegiado de los humedales.
Decía el dicho popular: “A buscar caracoles madrugando voy con un ojo cerrado y el otro abierto.”
Estas dos prácticas que se ejercen en primavera, son saludables para el alma y para el cuerpo.
Y es así, lo místico y lo profano tan relacionado en nuestro mundo, tan evocador y tan entretenido.
Es cierto, de ilusión también se vive, si después lo acompañamos de una buena caracolada"con sacramestos".

Dices bien, los humanos tenemos lo místico y lo profano como si de una moneda se tratara.
No se sabe bien qué es lo primero, si lo místico o lo profano pero a lo largo de los tiempos siempre ha ido unido.
Por ejemplo, en mis recuerdos infantiles de primera comunión, recuerdo la doctrina que tuve que aprender, la eucaristía viéndome en la foto que me hicieron; y donde no tengo fotos, tengo recuerdos de unas copitas de colores de moscatel y quina, de lo contenta que me puse cuando me quité el vestido de primera comunión de largo y me puse la ropa de calle, de mis paseos por el monte después de la comida familiar en casa y de la manzanilla amarga que en mi pueblo crecía. Apenas si la he tomado..., algunas veces obligada porque su amargor echa para atrás pero... eran los remedios de mi abuela y había que hacer caso a los mayores.

Por cierto que he madrugado y ya tengo los caracoles en casa desahogándose. Luego, toca limpiarlos, cocinarlos y por fin el festín caracolero. Con su doble aspecto, místico y profano.
saludos y feliz viernes -preludio del finde
Carmen