Después de salir del segundo altar la lluvia empezó a hacer acto de presencia pero sin llegar a calar. Simplemente nos roció a los que no llevábamos paraguas pero nada mas. También el viento fue otro de los acompañantes de la procesión como se puede observar en el movimiento de las colchas y los estandartes pero se bendijo puntualmente el tercer altar instalado frente al ayuntamiento.