Veis estos campos de cereal dorándose a finales de junio. Y en primer plano unas plantas que habréis visto muchas veces en cualquier sitio. Se llaman gordolobos y tienen efectos medicinales.
EL GORDOLOBO
El gordolobo es una planta alta, bianual, con una roseta basal que brota durante el primero año, y un largo tallo de hasta 2 m. de altura, rematado en una llamativa espiga de flores amarillas que aparece durante el segundo año. Las hojas son alternas a todo lo largo del tallo, alargadas, vellosas y sésiles. El fruto es una cápsula que contiene semillas diminutas.
Es una especie que se extiende por toda Europa sobre collados soleados, entre rocas, y también en lugares desérticos. Actualmente se cultiva en jardines y también en pleno campo.
Recolección
Para usos medicinales se recolectan preferentemente las flores, con tiempo soleado y de forma progresiva, a medida que se van abriendo. Sólo se recoge la corola junto con los estambres, sin el cáliz. Se debe evitar el comprimir los pétalos, poniéndolos a secar lo más rápidamente posible después de la recolección, a la sombra o en secadero a una temperatura máxima de 60º C. Durante el secado adquieren un tono amarillento, un olor que recuerda la miel y un sabor mucilaginoso. También se pueden recolectar las hojas, e incluso las raíces. Las hojas, que deben seleccionarse cuando la planta está en plena floración, se ponen a secar a la sombra y con buena ventilación.
EL GORDOLOBO
El gordolobo es una planta alta, bianual, con una roseta basal que brota durante el primero año, y un largo tallo de hasta 2 m. de altura, rematado en una llamativa espiga de flores amarillas que aparece durante el segundo año. Las hojas son alternas a todo lo largo del tallo, alargadas, vellosas y sésiles. El fruto es una cápsula que contiene semillas diminutas.
Es una especie que se extiende por toda Europa sobre collados soleados, entre rocas, y también en lugares desérticos. Actualmente se cultiva en jardines y también en pleno campo.
Recolección
Para usos medicinales se recolectan preferentemente las flores, con tiempo soleado y de forma progresiva, a medida que se van abriendo. Sólo se recoge la corola junto con los estambres, sin el cáliz. Se debe evitar el comprimir los pétalos, poniéndolos a secar lo más rápidamente posible después de la recolección, a la sombra o en secadero a una temperatura máxima de 60º C. Durante el secado adquieren un tono amarillento, un olor que recuerda la miel y un sabor mucilaginoso. También se pueden recolectar las hojas, e incluso las raíces. Las hojas, que deben seleccionarse cuando la planta está en plena floración, se ponen a secar a la sombra y con buena ventilación.