BAILE A SAN ROQUE
Cuenta la leyenda
que San Roque estaba triste
y en su altar también lloraba.
Unas lágrimas extrañas
que solo una niña notaba.
"Ya no llores más San Roque
porque yo mañana, sin decir nada,
pienso bailar en tu honor
y creo que alegrarás tu cara.
Dicen que tengo gracia,
en el baile, aire;
veo chispas en tus ojos que relucen
brillando en tu alma.
La risa retornará a tu cara.
Pienso abrir el camino
para que bailen al Santo,
niñas, mujeres y todas
las que en otros tiempos
tuvieron vedada la danza.
Ellas te arrojarán flores
que cultivan en sus casas
mientras alegres te bailan;
y todas ellas te ofrecen
un pañuelo bordado de esperanza".
Bailan, bailan y bailan
por las calles las serranas
mientras San Roque y su perro
las miran y les dan gracias.
Desde entonces ya San Roque
ha cambiado su mirada.
Con el pañuelo secó las lágrimas
y con los pétalos de las rosas
le brotó la alegría del alma.
C. García
Cuenta la leyenda
que San Roque estaba triste
y en su altar también lloraba.
Unas lágrimas extrañas
que solo una niña notaba.
"Ya no llores más San Roque
porque yo mañana, sin decir nada,
pienso bailar en tu honor
y creo que alegrarás tu cara.
Dicen que tengo gracia,
en el baile, aire;
veo chispas en tus ojos que relucen
brillando en tu alma.
La risa retornará a tu cara.
Pienso abrir el camino
para que bailen al Santo,
niñas, mujeres y todas
las que en otros tiempos
tuvieron vedada la danza.
Ellas te arrojarán flores
que cultivan en sus casas
mientras alegres te bailan;
y todas ellas te ofrecen
un pañuelo bordado de esperanza".
Bailan, bailan y bailan
por las calles las serranas
mientras San Roque y su perro
las miran y les dan gracias.
Desde entonces ya San Roque
ha cambiado su mirada.
Con el pañuelo secó las lágrimas
y con los pétalos de las rosas
le brotó la alegría del alma.
C. García