¡Ay si las piedras hablaran cuánto y cuánto nos podrían contar porque fueron testigos del devenir histórico!
Pero no hay que temer, que ya se sabe que las piedras no hablan de la memoria que tienen porque no tienen herramientas necesarias.
Eso se lo dejan a los historiadores, a los estudiosos, a los amantes de la cultura, la naturaleza, la historia...- que aquí los hay- No importa que ahora no pueda recordar en especial una persona, pues en su día lo hizo y dejó un rico legado escrito. Y curiosamente fue cruelmente tratado. ¡Le echaron las culpas de tantas cosas!
Alguien me dijo que tenía un segundo libro, pero nunca ya se ha sabido que fue de él. Según creí entender trataba del tema de las desamortizaciones, pero no me hagáis mucho caso pues ya no he tenido la oportunidad de saber si fue cierto o no.
Justo ahora está empezando a nevar de nuevo y en el tiempo de mi corrección, ha dejado de hacerlo.
Yo quiero que se sepa, que su libro lo tengo ya destartalado, de tantas vueltas y vueltas como le he dado. De las veces que lo he prestado a las personas que buscaban información de Tardajos. La única que tenemos escrita por alguien de aquí, hasta la fecha.
Que ese libro no ha caído en saco roto y que gracias a él se tantas cosas de la historia de Tardajos tiempo atrás, como mucha gente de aquí que se haya interesado por su cultura.
Diríase que su semilla ha germinado en muchos que lo hemos propagado, leído, estudiado...
¡Pero a veces somos tan injustos con los que tanto nos quieren!
Porque la verdad es como sal que duele y escuece. Es mucho más fácil aferrarse a una mentira y edulcorarnos la existencia. Lo malo es cuando la descubrimos que todo fue eso, una vil mentira.
Pero no hay que temer, que ya se sabe que las piedras no hablan de la memoria que tienen porque no tienen herramientas necesarias.
Eso se lo dejan a los historiadores, a los estudiosos, a los amantes de la cultura, la naturaleza, la historia...- que aquí los hay- No importa que ahora no pueda recordar en especial una persona, pues en su día lo hizo y dejó un rico legado escrito. Y curiosamente fue cruelmente tratado. ¡Le echaron las culpas de tantas cosas!
Alguien me dijo que tenía un segundo libro, pero nunca ya se ha sabido que fue de él. Según creí entender trataba del tema de las desamortizaciones, pero no me hagáis mucho caso pues ya no he tenido la oportunidad de saber si fue cierto o no.
Justo ahora está empezando a nevar de nuevo y en el tiempo de mi corrección, ha dejado de hacerlo.
Yo quiero que se sepa, que su libro lo tengo ya destartalado, de tantas vueltas y vueltas como le he dado. De las veces que lo he prestado a las personas que buscaban información de Tardajos. La única que tenemos escrita por alguien de aquí, hasta la fecha.
Que ese libro no ha caído en saco roto y que gracias a él se tantas cosas de la historia de Tardajos tiempo atrás, como mucha gente de aquí que se haya interesado por su cultura.
Diríase que su semilla ha germinado en muchos que lo hemos propagado, leído, estudiado...
¡Pero a veces somos tan injustos con los que tanto nos quieren!
Porque la verdad es como sal que duele y escuece. Es mucho más fácil aferrarse a una mentira y edulcorarnos la existencia. Lo malo es cuando la descubrimos que todo fue eso, una vil mentira.
Entre las piedras del puente, de la iglesia, de las propias casas... nuestros antepasados, dejaron lo mejor de sì mismos. Mujeres y hommbres de campo que adquirieron de èl toda la sabidurìa... creo que si todos entendieramos bien esto.. aflorarian en Tardajos, muchas cosas de las que desgraciadamente carece.
Y hay mucho mas que `piedras, que como ves la gente que las aprecia, las envidia, las roba y las expolia. Delicuentes de los bienes culturales. Que no somos las únicas víctimas. Fíjate en Baños de Valdearado, qué destrozo mas infame. Un yacimiento arqueológico, tenido y estimado y se lo han arrebatado. Pero sin conciencia ni vergüenza, a puro salvajismo. Ni para el delincuente, ni para el propietario que es el pueblo, y que esa acción priva a que un bien de interés cultural lo hayan tenido que enterrar de nuevo. Aquí está enterrado y algún día, tarde o temprano, saldrá a la luz.
Pero no nos debemos desanimar pues hay escritos antiquísimos. Los fueros en castellano antiguo, los Libros del Catastro del Marqués de la Enseñada, la iglesia que ella misma guarda su tesoro en su propia fortaleza. Todo ello y otros documentos que gente que amaba la cultura recopiló, guardó y dio para que alguien pudiera escribir el primer libro de Tardajos.
A la gente no creas que la cultura y todas esas posesiones tan importantes les valió de mucho en su historia. Era solo trabajar en aras a sobrevivir y los honores de esas piedras, muchos de ellos, no las disfrutaron porque no conocían su significado. Algunos si, pero eran los menos ya que la cultura siempre fue de acceso restringido. Y hoy se puede, pero mucha gente pasa de ello, por lo mismo, porque no entiende la gran valía de un bien inmaterial - que a simple vista no produce los beneficios materiales esperados.
Hay que revalorizar esos bienes aunque nos cuesten muchas peleas que nunca el maestro fue nada valorado por quienes no tuvieron intención de aprender y pensaban que todo lo sabían. ¡Y sabemos tan poco! Yo solo sé que no se nada, como decía el filósofo griego.
Pero no nos debemos desanimar pues hay escritos antiquísimos. Los fueros en castellano antiguo, los Libros del Catastro del Marqués de la Enseñada, la iglesia que ella misma guarda su tesoro en su propia fortaleza. Todo ello y otros documentos que gente que amaba la cultura recopiló, guardó y dio para que alguien pudiera escribir el primer libro de Tardajos.
A la gente no creas que la cultura y todas esas posesiones tan importantes les valió de mucho en su historia. Era solo trabajar en aras a sobrevivir y los honores de esas piedras, muchos de ellos, no las disfrutaron porque no conocían su significado. Algunos si, pero eran los menos ya que la cultura siempre fue de acceso restringido. Y hoy se puede, pero mucha gente pasa de ello, por lo mismo, porque no entiende la gran valía de un bien inmaterial - que a simple vista no produce los beneficios materiales esperados.
Hay que revalorizar esos bienes aunque nos cuesten muchas peleas que nunca el maestro fue nada valorado por quienes no tuvieron intención de aprender y pensaban que todo lo sabían. ¡Y sabemos tan poco! Yo solo sé que no se nada, como decía el filósofo griego.