
A VALENTINA
Nos has enseñado, madre,
con tu ejemplo de buena hija
que Castilla es fértil y generosa.
Cuna de grandes hombres
y tierra, de mujeres valientes.
Hoy crece tu estela luminosa,
en medio del dolor que dejas.
Por tus manos inundadas de semillas
hasta crear una bella estampa
de luz, color y fantasía
en cada estancia de tu casa.
Como una gran pintora
has ido creando huertos y jardines
haciendo realidad tus sueños.
Contigo ha germinado el reino de las flores
que se afanan y compiten entre ellas
para demostrar que son bellas y reales.
No simples pinceladas de arte.
Nos has hecho comprender
que con afán crecen los trigos,
que sin esfuerzo el resultado es yermo
y ahora podemos quedarnos a la sombra
de tus recios árboles plantados,
y recoger sus valiosos frutos en sazón.
El mejor de todos ha sido la fe
que con devoción sembraste
en nuestros corazones
con tu singular ejemplo
de tomar la cruz y caminar
hasta que el cuerpo emite el último suspiro
y el alma se traslada al cielo.
Carmen García
Nos has enseñado, madre,
con tu ejemplo de buena hija
que Castilla es fértil y generosa.
Cuna de grandes hombres
y tierra, de mujeres valientes.
Hoy crece tu estela luminosa,
en medio del dolor que dejas.
Por tus manos inundadas de semillas
hasta crear una bella estampa
de luz, color y fantasía
en cada estancia de tu casa.
Como una gran pintora
has ido creando huertos y jardines
haciendo realidad tus sueños.
Contigo ha germinado el reino de las flores
que se afanan y compiten entre ellas
para demostrar que son bellas y reales.
No simples pinceladas de arte.
Nos has hecho comprender
que con afán crecen los trigos,
que sin esfuerzo el resultado es yermo
y ahora podemos quedarnos a la sombra
de tus recios árboles plantados,
y recoger sus valiosos frutos en sazón.
El mejor de todos ha sido la fe
que con devoción sembraste
en nuestros corazones
con tu singular ejemplo
de tomar la cruz y caminar
hasta que el cuerpo emite el último suspiro
y el alma se traslada al cielo.
Carmen García